EL CINE Y LA EDUCACIÓN DE LA CREATIVIDAD

La “creatividad” es un atributo humano. El ser humano es necesariamente creativo, por cuanto su existencia no está determinada por una naturaleza orgánica que sólo requiera de su espontaneo desarrollo para subsistir en concordancia con su habitad.  Por lo mismo, como todo lo propiamente humano, su realización dependerá en gran parte de su educación.  En vista de esta consideración, la finalidad de este curso será entender la creatividad, su dinámica e importancia para los diversos ámbitos en que desenvolvemos nuestra existencia, las diversas formas que puede adquirir, la necesidad de una enseñanza y aprendizajes creativos y, a modo de vivencia y aporte a la comprensión y realización de todo lo anterior: el cine como expresión creativa y potenciador educativo de la creatividad.
No somos aves, pero cruzamos los espacios y salimos de nuestra atmósfera; no somos peces pero nos sumergimos y estudiamos el fondo de los océanos, no tenemos la velocidad del jaguar pero creamos el auto, nos comunicamos por celulares, miramos las estrellas, construimos puentes, temperamos el ambiente, aliñamos nuestros alimentos, creamos el arte culinaria, la costura, la peluquería, la ciencia, la tecnología, las artes, las religiones… Tras lo nuevo por lo nuevo, la tecnología por la tecnología, podríamos crear nuestra propia destrucción paulatina o  inmediata y total.
 

1.3 Atributos de la Creatividad:


Atributos de la creatividad

1.   Originalidad: Ideación e inspiración acorde un sentido o finalidad constructivos.

            Lo originado, la obra creativa –material o inmaterial- para ser tal tiene su génesis en la persona; en su carácter de ser único.  Ello hace que su poema, idea, forma de saludar, de comunicarse… sean únicas y únicas también en cada instante de la existencia…  En la creatividad no se habla, por lo tanto de productos que, por lo mismo, son reproducibles; donde el primero que lo ideó es el creador y los demás sus imitadores o reproductores…

            Por ello, para entender una obra creativa, debemos re-crearla y no reproducirla… es el caso de las obras de Arte, que sólo son recreables y no reproducibles: Para entender, vivenciar la música de Beethoven, no es suficiente hacer uso de la técnica musical y reproducir la melodía, debemos interpretarla: el pianista interpreta la Sinfonía y el espectador también la recrea, haciéndola surgir en su alma…. Por ello, no es suficiente tener capacidad auditiva para gozar de una obra musical; se debe tener alma.  Se debe actuar desde sí tanto para crear como para recrear, revivir, valorar… una obra de arte, un invento tan grandioso como la iluminación o un acto de generosidad humana, un gesto amable, un sacrificio, el dolor de una partida, la inocencia y debilidad de un niño...  José Saramago, en su novela “Ensayo Sobre La Ceguera” – llevada creativamente al Cine, bajo el título “Blidness”, dirigida por Fernando Meirelles, en una coproducción entre Brasil-Canadá-Japón- nos aconseja: “Si puedes mirar, ve.  Si puedes ver, repara”.

 - “¿Por qué nos hemos quedado ciegos? No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón…
- ¿Quieres que te diga lo que estoy pensando’
- Dime.
- Creo que no nos quedamos ciegos; creo que estamos ciegos.  Ciegos que ven.  Ciegos que,             viendo, no ven” (Último diálogo de la novela de Saramago)

            El ver es un acto creativo; mirar, no… ¿Cuánto vemos, cuando miramos?  En el film “Te doy mis ojos”, la mujer – constantemente violentada por su marido- debe llegar al máximo de degradación para darse cuenta que está ciega… que no había querido ver en qué se había convertido… Por ello dice “Hace tanto tiempo que no me he visto…”

La originalidad de la creatividad, alude a que el pensamiento, el gesto… el poema, surgen en una situación de inspiración, esto es, desde la fuente misma del ser; por ello, sólo puede ser auténtica y desear lo constructivo: su finalidad debe ser descubrir o comunicar la verdad, crear y entregar belleza, cultivar la naturaleza, educar/se, amar…  Inspirar, expirar… Acoger la realidad, nutrirse de sí y de la belleza del Universo o del mundo más cercano para luego ofrecer, comunicar, dar cuerpo a la obra surgida de la inspiración… Al servicio de la obra pondrá el creador  todas sus potencialidades: no al servicio de sí, sino de una finalidad que lo trasciende… El Director del coro dirige la interpretación de la obra; los cantantes suavizan el tono… lo disminuyen para dar paso a que resalte el solo… interesa la obra y no lucirse: el lucimiento está en el respeto de lo creado.  El maestro, acomoda su lenguaje y ejemplos al nivel del niño…

            En la creatividad hay estilo; el estilo único que le otorga cada persona, en un momento único de su vida… Por ello, las modas no van con el creativo: pues el creativo habita el mundo desde sí.  Difícil tarea donde se siguen modas sin discriminación: modas no sólo de vestir, sino de comportarse consigo y con los demás, modas violentas, irrespetuosas de la intimidad y privacidad, modas de inmadurez, de ceguera, de evasión, de ideas…

2. Flexibilidad (plasticidad) por oposición a rigidez, inmovilidad, anquilosamiento del pensar o cierre de la actitud de ser. 
            Se trata de una plasticidad existencial, de apertura a lo diverso como posibilidad de perfeccionamiento.   No se trata de ir tras lo nuevo por ser nuevo – la innovación por la innovación nos haría caer fácilmente en sin sentidos, en absurdos, en destructivos. 
            Es interesante que hoy la neurociencia, con todo el avance de la tecnología de síntesis de imagenes funciones del cerebro, avala biológicamente esta flexibilidad:
            “plasticidad se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar.  Hasta hace muy pocos años, la mayoría de los neurocientíficos creían que la plasticidad cesaba rápidamente durante la adolescencia, o los primeros años de la edad adulta como más tarde; a partir de ese momento quedaba fijada la estructura del cerebro, lo mismo que sus funciones.(…)
                  Ahora hemos comprendido que nuestro cerebro no está limitado por unas consideraciones que son más apropiadas para las máquinas.  El estado de salud del cerebro no lo determinan unas leyes mecánicas, sino los pensamientos, los sentimientos y las acciones.  Ahora sabemos, además, que el cerebro nunca pierde su capacidad para transformarse a sí mismo a partir de la experiencia, y que esa transformación puede producirse en un lapso muy breve.  El cerebro de usted es diferente hoy de lo que era ayer.  La diferencia deriva del efecto de las experiencias de ayer y de hoy sobre ese cerebro, así comk de los pensamientos y los sentimientos que ha albergado en el decurso de las últimas 24 horas.  Hay que concebir dicho órgano, por tanto, como una obra en curso, y que retiene su capacidad para cambiar, su plasticidad, durante toda la vida de su “propietario”  (Neurólogo y neuropsiquiatra Richard Restak. “Nuestro Nuevo Cerebro”, Ed. Urano, Barcelona, 2005, P. 21)
                        El automatismo atenta contra la plasticidad creativa; que simplifica la realidad al máximo pues para dar una respuesta automática la descontextualiza, se cierra a lo sorprendente, a la dinámica interna y de interrelaciones de un Universo y mundos transfigurándose…  El automatismo se cierra a encontrarse con algo distinto; por ello se niega a mirar y ver, a indagar, a descubrir, a perfeccionarse, a encontrarse con el misterio, con lo insondable, lo incierto, la complejidad…   La flexibilidad nos mantiene en alerta, es indagadora, pregunta, descubre posibilidades, busca nuevas y mejores soluciones, otra forma de enfrentar los conflictos, otros sentidos; no precipita la respuesta automática, el prejuicio…  El automatismo, contrario a la flexibilidad, a la apertura, al crecimiento,  no idea, repite… se hace esclavo de preconcepciones; de ahí su rigidez y falta de flexibilidad.  
            La flexibilidad creativa juega mentalmente con la realidad,  trata de hacer ordenaciones distintas, clasificaciones diversas, otorgarle otras funciones, otros sentidos, modificarla o innovarla.   Está dispuesto a recibir informaciones nuevas; no se opone a encontrar en zonas más profundas la complementariedad de lo que en una mirada más superficial aparece incomprensible o contradictorio.  Para una persona creativa, una visión distinta a la propia, le es siempre enriquecedora; ya porque le hace revisar y consolidar su propia perspectiva; ya  porque le permite descubrir un matiz no visto desde la propia situación… La flexibilidad, permite una reinterpretación del contexto y de nosotros en él…
            De acuerdo con lo expuesto, el profesor educador debiera dar siempre importancia al proceso y no necesariamente al resultado; en la medida que está ante alguien que está aprendiendo…    La sabiduría del aprendiz es aprender del propio error y del error de los demás.
            En los diversos filmes sugeridos o por sugerir, podremos ver cómo, sin importar las edades, para realizarse en la vida se requiere mantener una flexibilidad creativa… Flexibilidad creativa pues nada sería más destructivo que hacer uso de esa flexibilidad para experimentar caminos de autodestrucción o destrucción de los demás; muchas veces sin posibilidad de retorno; pues terminan por destruir toda creatividad o quitar la vida; ya lenta; ya fulminantemente.
            Por ello, la flexibilidad como propio de la actitud, actuar y hacer creativos ratifica lo expuesto: nos lleva a romper con los métodos, temas, planteamientos, obras preestablecidas; no en una actitud protestataria sino propositiva, de estar seguros que siempre se puede hacer algo mejor… No tampoco con una idea de perfeccionismo sino de perfeccionamiento, para que nuestras existencias o las de los demás sean mejores  ¿Qué dice esto a los educadores?

3.   Sensibilidad y capacidad de encuentro como fuente de creatividad.

                  “Creatividad significa recibir activamente posibilidades fecundas en orden a dar origen a algo nuevo que encierra un valor. La creatividad es dual dialógica. Implica la apertura del sujeto creador a realidades que son distintas de él y en principio distantes, externas, extrañas, ajenas, pero que pueden llegar a serle íntimas, sin dejar de ser distintas (…)
El encuentro implica mucho más que la vecindad espacial.  Un objeto puede yuxtaponerse a otro o a otra persona y no se encuentra con ellos. (…) Tampoco el choque es un encuentro.   Se reduce a una colisión de seres (…) Suele entenderse por encuentro la experiencia reversible que se da entre seres personales”  (Alfonso López Quintás.  “Cómo lograr una formación integral” Ed. San Pablo. España. 1996. P. 47)

Encontrarse implica ser capaz de acoger en nuestro ser una realidad sin fusionarla con la nuestra; sin embargo, creando un juego interverante con ella. El tú con quien me encuentro puede estar espacialmente distante; sin embargo, lo acojo en mi intimidad y en un lenguaje “cordial”, de sentimientos, admiración, asombro, éxtasis, palabras, imágenes, recuerdos, música y silencios…  me encuentro contigo o nos encontramos…  El encuentro se da entre la palabra y el silencio desde la cual brota y hasta el cual se dirige… Como dice López Quintás: La cháchara no requiere de silencio porque nada importante transmite; es solo bla, bla, bla… ruido… El lenguaje auténtico, es presencia y creación de encuentro; requiere que sea acogido… escuchado…

“¿No habéis entrado alguna vez en un bosque muy grande, sobrecogidos por aquella quietud llena de vida que parece una adoración de toda la Tierra? Así adoran las almas de los enamorados en el brillo silencioso de las miradas. (...) Así hablan también los poetas. Porque ellos son como enamorados de todo lo del mundo, y también miran y se estremecen mucho antes de hablar. Míranlo todo y se encantan, y después cierran los ojos y hablan en la fiebre: entonces dicen alguna palabra creadora, y semejantes a Dios en el primer día, de su caos brota la luz. Por esto la palabra del poeta brota con ritmo y luz, con el ritmo luminoso de la belleza: éste es el hechizo del verso, único lenguaje verdadero del hombre". (Palabras de  Juan Maragal, citadas por A. López Quintás, en uno de los módulos de su curso “Literatura, creatividad y formación ética”, expuesto en la web  http://cerezo.pntic.mec.es/~alopez84/curso/modulo1/lecti65.html#005
           
De ahí la importancia del lenguaje, no sólo por ser medio de comunicación de ideas sino por su capacidad creadora de ámbitos de encuentro, que elevan las realidades a un sentido superior… Por ello, el lenguaje científico no es el apropiado para crear un ámbito de encuentro entre amantes… Mal haría el oftalmólogo si a la mirada de la amada intentando crear una situación de encuentro íntimo, el respondiera con un “tu cristalino tiene una deformación”.  Mientras uno se intenta mover en un nivel personal, ambital; el otro rebaja la comunicación a un nivel objetual, de exterioridad o yuxtaposición, de distanciamiento.  No todo lenguaje es creativo; pues quien le otorga creatividad es la persona; por lo mismo, puede ser, contrariamente, destructivo.  Así, ocurre con la pornografía, que hace grosero lo que debía tener carácter de dignidad, intimidad: es despersonalizante. 



Arte Poética

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

“Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.
                                                                                                                                 
 Vicente Huidobro
                                                                                                                              1916


 

1.2 Creatividad y Violencia:


LA MIRADA VIOLENTA V/S LA MIRADA CREATIVA


“Reducir una acción que es creativa a pura fascinación es una operación violenta y fuente de violencia”.  (Alfonso López Quintás. “Blog  “Tendencias21 sobre formación en creatividad y valores” 01 Nov. 2.011) 

Es fácil escuchar las frases “estoy fascinado” o “estoy sub-yugado”.  A veces las pronunciamos sin saber su real significado y le damos el sentido de “ad-miración”; pero con ellas queremos decir algo absolutamente contrario: La admiración es un mirar hacia, implica respeto por lo ad-mirado: Un situarse frente a la realidad para dejarla ser… Se trata de un situarse ni tan distante que implique indiferencia, distanciamiento; ni tan cerca que implique intromisión, apoderamiento o fusión.  Quienes se aman – parejas, amigos, padres e hijos, etc. – no sólo permiten a otro ser sino que le impulsan e inspiran a ser; tampoco se fusionan con ellos de tal modo dejar de ser…  El fascinado está encandilado, enceguecido, perdido a sí mismo, ante una realidad que lo sub-yuga, esto es, lo esclaviza bajo su yugo… Deslumbrado, encandilado,  se desvalora a sí mismo: se anula su poder de diálogo porque ya no hay dos sino uno apoderado del otro…  Un dueño y una persona reducida a su medio de consumo. 

Es fácil confundir la sensación de vértigo que provoca la fascinación, con su contrario, el éxtasis, que provoca la felicidad.  Desgraciadamente, hoy se usa la palabra éxtasis como nombre de una droga que provoca  todo lo contrario: vértigo. En el vértigo hay una entrega pasiva a aquello que lo produce, un dejarse llevar, un abandonarse… Puede ser el poder, la avaricia, el juego, el erotismo, cualquier droga…  Cae en esta misma sensación el dominante y el dominado; pues, en sentido estricto, ambos son dominados por lo que les sub-yuga.  Es el caso de Camille Claudel que, fascinada por el escultor Auguste Rodin  a quien conoce a los 19 años y elige como maestro.  Camille, teniendo gran genialidad como escultora, se deja arrastrar por Rodin en una fascinación que la abarca a ella por completo y borra todo límite: él no la ama; la usa como objeto de inspiración… Ella destrozará toda su obra;  sus esculturas y el hijo que espera de él… Para ella, todo el mundo gira entorno a Rodin; con él y sin él, es nada… Esta fascinación u obsesión le recluirá en un psiquiátrico donde vivirá sus últimos 30 años (más de la mitad de su vida).  A su muerte, la familia la enterrará en una tumba sin nombre…  El año 1988, se hizo una película biográfica: Camille Claudel, Francia, Dir. Bruno Nuytten.  El 2013, se hará otro film francés, dirigido por  Bruno Dumon, que narrará algunos días de su estadía en el psiquiátrico.

Es interesante que una de las esculturas de Camille, salvadas de su destrucción,  llamada “La edad madura”, expresa su relación con el escultor: Ella, de rodillas, implorante, intentando retenerlo; tras él, como una sombra, la esposa quien siempre supo -pero a quien nunca importó- la relación que él tuvo con Camille; pues también tenía claro que para él cada mujer era una de tantas…





El vértigo lleva a la pérdida de la creatividad más fundamental: la del ser y, consecuentemente, del encuentro con lo que escapa a una mirada objetual (como objeto, como cosa) de la realidad. El descubrimiento de sí mismo y de los demás, de todo lo personal y del sentido de cada realidad en el Universo y en nuestros mundos, exige de una actitud, mirada, entendimiento y comunicación creativos.  Pues sólo la creatividad – la sensibilidad, la intuición, el amor humilde y generoso- nos permite acceder a lo esencial, a lo invisible a los sentidos y a la mera razón lógica.  Quien está frente a nosotros es quien es; no sólo lo que ha hecho o hace; sino lo que puede hacer porque ya lo es. Sólo que en potencia.   Es la mirada que hace el Quijote de Dulcinea, la que le hace exclamar “Mi bella dama”, porque su mirada de amor – siempre fecunda- le permite descubrir lo que ella misma no ha descubierto de sí. El trato de los demás, la violencia de los demás y de ella para consigo misma, ocultan la dignidad y belleza de su ser, que aparece para el hidalgo caballero. 

Habitamos el mundo, esto es, lo personalizamos… Ya no es “él” o “ella”, es “nuestro” o “mi  hijo-a, amigo-a, esposo-a”; no es “una casa o espacio”, es “mi o nuestro hogar, escuela, templo, barrio, país…”; no es un lienzo, es “mi bandera”, es “nuestro símbolo de amor”, “nuestra canción”, “nuestro patrimonio”, “un recuerdo…”…  Todos los ejemplos mencionados implican una actitud, mirada, encuentro, lenguaje creativos…  Los diccionarios están llenos de significados: mi (adjetivo posesivo), gato (mamífero carnicero, lengua áspera…etc.).  Son conceptos,  significados abstractos, universales, creados para una comunicación abstracta universal… Pero cuando yo digo “Mi gato”, sólo yo y quien realmente me conozca, podrá saber cuál es el sentido de mis palabras; un sentido único, personal, real; donde “mi” no es adjetivo posesivo  (de adueñamiento) sino de historia de existencias compartidas y “gato” ya no es un animal reemplazable, sino único, precisamente por ese “mi”  …  Por ello, en la medida que no nos demos el tiempo y espacio para escucharnos, es claro que habrá mucha violencia; mucha más y más profunda que la que aparece en las noticias…

Uno de los filósofos que siempre ha estado preocupado de la educación, habla de lo que llama Analfabetismo de segundo grado.  El primer analfabetismo, nos dice, es no saber el significado de los términos; el segundo, es cuando no se capta el sentido profundo de las palabras.  En el cuadro “La muerte de Sócrates” del artista francés Jacques-Louis David (1787), a los pie de la cama en la cual se encuentra Sócrates, quien está pronto a tomar la cicuta, aparece Platón; con una túnica blanca igual a la del maestro y dibujado como un anciano… En la realidad “hecho, dato, cosa”, Platón no asistió a la muerte de Sócrates, pues enfermó de dolor… A partir de entonces, él debería asumir el lugar del maestro… Sin estar físicamente presente, estaba y, a pesar de que su edad biológica era de veintiún años, ese día, la experiencia de una de las mayores injusticias cometidas, le hizo vivir de golpe muchos años…

“No conocer el lenguaje de la vida creativa acarrea males sin cuento al hombre porque lo mantiene desinformado respecto a lo que debe hacer para realizarse cabalmente. Pero este tipo de analfabetismo no da la cara. Colapsa la vida personal, no permite darle su sentido pleno, y esto significa un infortunio para quien tenga una idea clara de los valores. Pero la gente apenas repara en ello debido a que dispone de bastante información y ésta se confunde fácilmente con la formación por cuanto permite hablar y opinar con soltura.
Si se piensa de modo riguroso, se advierte claramente que la mera información no suple en modo alguno a la formación. Lamentablemente, hoy se estima a veces más la información superficial que la formación profunda. Estar informado supone cierto tipo de dominio de la realidad. El frenesí informativo actual está en buena medida inspirado por el ideal de la posesión: se ansía poseer información. Saberlo todo es una forma de poder. De ahí que la libertad de información y expresión, malentendida como algo absoluto, se enfrente a menudo con el derecho a la intimidad de los ciudadanos y los grupos sociales.” (Ibíd.)

Los objetos y los ámbitos: La creatividad nos exige trascender los cuerpos, los objetos –con mayor razón en lo personal, aunque no exclusivamente, pues somos responsables de la naturaleza.  López Quintás distingue entre ver y moverse entre objetos (realidades tangibles, fácilmente captables pues se imponen a los sentidos o al instrumental que es una prolongación de los mismos)  y los ámbitos.  Con los objetos nos relacionamos; con los ámbitos nos encontramos y creamos o recreamos:

“Tomo en la mano una partitura de la Quinta Sinfonía de Beethoven.  En un aspecto, es un objeto, porque pesa, tiene unas delimitaciones precisas, se compone de materia, puede ser agarrada con la mano, está aquí y no en otro sitio, sirve incluso para hacer fuego. Pero, en cuanto figuran en ella ciertos signos que expresan una obra musical, esto que tengo ante mí no es un objeto; no es pesable, asible, medible, localizable en un solo lugar. ¿Dónde se halla la Quinta Sinfonía en cuanto obra de arte? (…) Pero el manuscrito no es la sinfonía. Esta sólo existe en el lugar y momento en el que es debidamente interpretada. La sinfonía como tal no está sometida a un tiempo y espacio físicos. Por eso puede estar al mismo tiempo en lugares muy diferentes, en todos aquellos en los que sea debidamente interpretada. Tiene un modo de realidad distinto al de los objetos, al de la partitura considerada como objeto.
Vemos cómo una misma realidad -la partitura- presenta dos vertientes: una objetiva, otra ambital. Y ambas se necesitan y complementan; se integran. Pero ¿quién sabe integrarlas? El que conoce el lenguaje musical y no se queda en las meras apariencias, antes penetra hasta el fondo. El que no sabe leer una partitura ve esta realidad que sostengo en la mano como un mero objeto. La reduce de valor, la degrada, la empobrece, la despoja de su sentido cabal para reducirla a un mero significado: el que tiene una realidad que presenta condiciones tales como arder, pesar, ocupar un espacio, ser manejable...” (A. López Quintás. Módulo “Ejercicios para descubrir los ámbitos y características”  http://cerezo.pntic.mec.es/~alopez84/curso/modulo1/lectio15.html)

Esta diferencia entre “objeto” y “ámbito”, nos lleva a distinguir, en el mismo sentido, entre:  a)  “significado” y “sentido”, b) “dato o hecho” y “acontecimiento”, c) “producto o reproducción” y “creación, recreación o interpretación o procreación”, d) “lenguaje prosaico” y “lenguaje creativo o poético”, e) “conocimiento de los objetos o cosas” y “conocimiento de las personas”…

Producto de la realización creativa, el ser humano asciende, se realiza; es lo que se llama "éxtasis", a menudo confundido con las fuertes sensaciones de vértigo que llevan al ser humano por una caída, decadencia, desmoronamiento... Ya sin voluntad, dominado por pasiones que lo esclavizan, sub-yugado, cae al vacío...  Una vez más Alfonso López Quintás nos aclara: "Sobrevolemos esta breve descripción. El proceso de vértigo es falaz y traidor: nos promete, al principio, una vida intensa y cumplida, y nos lanza súbitamente por una pendiente de excitaciones crecientes, que no hacen sino apegarnos al mundo fascinante de las sensaciones (nivel 1) y alejarnos irremediablemente de la vida creativa y del ideal de la unidad (niveles 2 y 3). http://www.jp2madrid.org/jp2madrid/documentos/coleccion_educar_amor/EDUCAR_09015.pdf


 

PARTE III: EL CINE Y SUS TRES VINCULOS CON LA CREATIVIDAD.


COMO ARTE, COMO TEMA, COMO POTENCIAL EDUCATIVO DE LA CREATIVIDAD.

La Animación y la necesidad de fantasía:

La ciencia ficción y la necesidad de la imaginación como proyección en el tiempo:
El cine biográfico:
El drama:
La comedia:
El suspenso:
El cine épico:
El documental:

 

PARTE II: AMBITOS CREATIVOS


1° CREATIVIDAD DE SER: Todos poseemos la creatividad como un atributo pero no todos la desarrollamos; de ahí que hay existencias más o menos creativas; mundos más o menos ricos… Para existir en forma auténtica, pues somos únicos, debemos ser creativos para descubrir nuestro propio ser personal, franqueando los límites de quienes nos quieren convencer de que somos de esta o esta otra forma: superar las modas no sólo en el vestir, sino en el pensar, comportarse, actitudes...  Ser creativos para luego ver cómo dirigimos todas nuestras potencialidades para realizar el ser que realmente somos en sus distintas dimensiones que –en la realidad- conforman la unidad indivisa que nos hace decir yo; pero no un yo cerrado, egoísta sino trascendente, abierto al universo y sus misterios…
·    Creatividad corporal: Para ser presencia, expresarme, comunicarme, nutrirme…
·    Creatividad afectiva: Para amar en sus diversas formas y ámbitos…
·    Creatividad intelectiva: Para indagar y dar razón de la verdad…
·    Creatividad moral: Para nutrir la conciencia moral y discernir el bien del aparente bien y fortalecer la voluntad moral…
·    Creatividad social: Para conformar vínculos interpersonales, familiares, amistad, vecindad, ciudadanos, laborales, humanitarios, en respeto al bien común.
·    Creatividad estética o artística: Para apreciar y cultivar la belleza, en todas sus formas.
·    Creatividad inventiva tecnológica: Para cultivar la naturaleza y construir los medios, en orden al bien de las creaturas naturales y de la humanidad; en una justa jerarquía y sin abusos.
·    Creatividad transtemporal: Para descubrir el sentido de cada etapa de la vida personal y de su sentido en la historia de la humanidad.
·    Creatividad transespacial: Para descubrir el sentido del habitar, del  espacio y la creación y cuidado de la ciudadela y sus diversas moradas: puentes, plazas, templos, pueblos, rutas, parques, patrimonios, selvas….
·    Creatividad religiosa: Para descubrir el sentido primero y final de la existencia, aceptar el misterio y los límites y sentido del poder humano.

2° Creatividad para saber entender el Universo y sus realidades: El científico para descubrir la realidad y vencer las apariencias, debe poseer la creatividad que le lleva a indagar hasta llegar a lo esencial, distinguir entre lo superficial y lo profundo, usar el instrumento y medios adecuados a lo indagado, imaginar lo que escapa a la vista o a la tecnología al uso, evaluar y desarrollar lo intuido, crear caminos que le lleven a la realidad en la que se encuentra la verdad real.

3° Creatividad tecnológica: Es la creatividad para crear los medios que se deben poner al servicio del ser y saber.

4° Creatividad artística: Es la creatividad para cultivar la belleza que no se encuentra en forma natural sino que es creada por el ser humano: pintura, escultura, arquitectura, música, danza, literatura y cine.
 

PARTE I: ANALISIS CRITICO DE LA CREATIVIDAD


Sin creatividad no existe posibilidad de auténtica realización personal, de auténtica convivencia interpersonal o transpersonal y responsable libertad.  Esto, en ningún nivel o ámbito de la convivencia: en el encuentro con la naturaleza,  con la familia, con la generación de vínculos de amistad, laborales, ciudadanos, políticos, religiosos, etc.  De este modo, podemos darnos cuenta que la creatividad es requisito de felicidad…

El desarrollo de una existencia creativa requiere de espacios y tiempos para descubrirse y descubrir al otro; pues la creatividad exige el conocimiento de su obra; caso contrario podemos provocar su destrucción.  Hoy, nos encontramos inmersos en un mundo que se proyecta de forma tal que pone en peligro toda existencia creativa: conformismo, violencia, desorden o desequilibrio, caos, snobismo, manipulación o control de masas, inercia o mecanización mental, inmediatez, urgencias o prisas, ansiedad, depresión, envidias, mediatización, ambiente saturado de estímulos, instruccionismo, cosificación, hedonismo, temor, intromisión o prepotencia, adueñamiento invasivo o abuso.
            Contrariamente al mundo que se proyecta, una existencia creativa requiere de espacios y tiempos para: descubrirse y descubrir al otro y así generar existencias y convivencias, comunicaciones auténticas, respetuosas, íntimas, privadas, sin temor a la intromisión, dominio o cosificación y utilización destructivos. Ensimismamiento, pensamiento autónomo, autenticidad, estilo, sensibilidad, dedicación, acogimiento, sobrecogimiento, consideración, vocación, humildad, prudencia, generosidad, respeto, gratitud, admiración… son exigibles de toda actitud, acción y obra creativas.


La creatividad siempre es constructiva: culta.

En sentido absoluto, el hombre no es creador; pues no crea realidades a partir de la nada.   Pero, en cuanto somos conscientes de nuestro ser y del ser de los demás, de nuestras esencias y posibilidades existenciales, podemos dirigir, cultivar o transformar nuestra propia existencia y la de los y lo demás, cambiar su sentido, su curso y el del mundo próximo y futuro; más y menos inmediato y mediato... Si somos creativos, nuestra intención y finalidad será ser cultivadores, esto es, respetuosos del ser descubriremos su esencia, atributos, posibilidades de existencia, con el propósito de dedicarnos a desarrollar o nutrirle –cuidadosa y respetuosamente- erradicando sus malezas o enseñándole, si se trata de un ser educable, a discernir entre lo nutricio y lo insano o destructivo.

Los dos “mi”: Esta es mi casa, mi escuela, mi amigo, mi hijo, mi perro, mi país… La actitud creativa es una actitud constructiva, de amor y, con lo usable, de uso pero no de abuso.  Hay un “mi” de adueñamiento que todo lo cosifica para luego apoderarse hasta consumir sin más objetivo que un ego prepotente, destructivo… Es mi perro, si quiero lo pateo.  Es  mi hijo, mi pareja… están para atenderme, darme, someterse, ponerse a mi servicio.  Si es mío, si quiero lo destruyo… Es un uso que es abuso, intromisión, invasión, destrucción.  La persona creativa es una persona que posee la sensibilidad que le permite admirar la creación - a toda creatura- y que, por lo mismo, ante la necesidad de uso de lo usable o de un servicio de las realidades no usables (personales), con gratitud las cultiva, cuida…  El “mi” creativo es un “mi” que indica un vínculo biográfico, de sentido trascendente, de amor, de compromiso, de responsabilidad… Es el “mi” de Saint Exupery en “El Principito”, cuando dice “No es una cosa; es mi avión” o cuando el bosquimano en el film “Los dioses están locos”, explica al animal que va a matar que deber comer y le da las gracias, teniendo cuidado de no hacerle sufrir… Es el “mi” del amor que si es tal no es egoísta y es feliz en el sacrificio.


Actitud creativa versus conformismo: Los vacíos, desórdenes, inequidades, las posibilidades, los dones… aparecen como un reto a enfrentar.  Es lo contrario a la actitud conformista  y  de debilidad de quien no quiere ver para no responsabilizarse, no comprometerse. El conformista se disuelve en el grupo, en la opinión de la mayoría, en la aceptación sin debate ni riesgos. Para que el mecanismo de defensa sea completo, el conformista debe huir del pensar fecundo, auto engañarse o usar de otros mecanismos de evasión.  Para el creativo, la falta detectada, el desequilibrio, la apariencia… son tónico y misión.  Por ello el creativo ve lo que otros no ven.  Es lo que el psiquiatra español Rof Carvallo, en un libro muy vigente a pesar de haberlo escrito en 1964, llamó  “perspicacia para la discrepancia, para el orden escondido” (P. 14).  El desorden no le angustia porque su creatividad le asegura que “tras toda confusión, hay un orden que todavía no se ha encontrado” (ibíd.)  Esta seguridad, dice el psiquiatra, es propia de quien tiene fe en los misterios de la existencia que le hacen confiar o intuir en que todo es superable, más allá de lo que objetivamente pudiera en un momento dictarle la razón: “en lugar de negar una importante parte de su personalidad, aspira a poseerse él mismo por entero, con luces y sombras…” (p.15)


El proceso de “iluminación”, “revelación” o “inspiración”.  El tiempo de respuesta a la búsqueda creativa puede ser diverso…  Hay tiempos dolorosos, de búsqueda sin respuesta, llamados “noches oscuras”, “desiertos” – que pueden durar segundos, días, años…. Para luego, de repente venir la irrupción creadora, radiante, desbordante…


“Desenfoque” y “nuevo enfoque” de la realidad. Para llevar a cabo el acto creador, debemos desenfocar la mirada habitual de la realidad, para crear otra forma de mirarla, de articularla, debemos ampliar nuestra mirada, iluminar espacios antes no vistos, salir de nuestras propias oscuridades… ampliar nuestro foco iluminario, romper los límites autoimpuestos, impuestos, los prejuicios conceptuales, emocionales… Sólo así podremos idear otras formas de mirar, de configurar la realidad, de unir o desunir lo que en la naturaleza no se encuentra unido o desunido…